No me he perdido

Hace tiempo que no publico ninguna entrada pero no es que me haya vuelto anacoreta o me haya perdido en alguna montaña. Lo que sucede es que el verano es una época en que paro poco en casa: o trabajo o estoy perdido por el mundo.
En este momento ando por Perú así que a la vuelta tendré un montón de cosas que contaros. Este es un país de contrastes: naturaleza en estado puro o desastrosamente conservada. Aquí el termino "ecología" todavía carece de significado y las personas tratan a su tierra como si no dependiera de ellos conservarla. Sin embargo la tierra, su querida Pacha Mama, ya empieza a quejarse. Los glaciares tropicales (aquí se encuentra la cordillera tropical más alta del mundo) están en franca recesión y ellos parecen asumir que en diez años habrán desaparecido con total tranquilidad. Las ciudades son hormigueros donde miles de coches escupen su monóxido de carbono al aire sin que a nadie le preocupe la relación con ese cambio climático que tanto mentan y que parece que sea cosa sólamente del mundo "desarrollado".
En fin, ya sé que somos nosotros, los autedenominados primer mundo, los principales responsables y ellos, además de sufrir nuestros abusos, han de reducir sus emisiones a costa de su propio desarrollo. Pero también es cierto que ellos van a ser los primeros perjudicados si no detenemos este "desarrollo" mal entendido.
Hay también aquí personas conscientes de ello y que abogan por otro tipo de evolución pero sus voces no parecen suficientes. Espero equivocarme.
Desde este Perú de sol y hielo un saludo. Hasta pronto.