De paseo por Irati

Pasear por los bosques de Irati mediado ya el mes de Noviembre es una experiencia inolvidable. Quizá pueda ser un poco tarde si lo que queremos es apreciar el contraste formado por las hojas de los numerosos y variados árboles que nos encontraremos en nuestro camino. Las hayas sólo mantienen sus hojas en las zonas más bajas y éstas poseen ese color característico de las que sólo esperan una ráfaga de viento para acompañar a todas aquellas que ya alfombran nuestros pasos. Pero esta alfombra es ya de por sí una razón más que suficiente.

Los ocres y amarillos se mezclan con los rojos y marrones formado manchas espesas en las laderas y mostrándonos al mismo tiempo dónde y a que distintas alturas se encuentra cada tipo de árbol, caducos y perennes, hayas y castaños, abetos y pinos... prestándose a la contemplación y estimulando los deseos de pasear y conocer sus rincones.

La ruta alrededor del pantano de Irabia es sencilla, sin grandes desniveles, pero no carente del encanto necesario y de una bien nutrida muestra de lo que antes comentaba. Disfrutaremos mucho más de nuestro paseo si en la mochila llevamos una pequeña guía de campo donde ir consultando e identificando las distintas especies de árboles que encontraremos en el camino. Es un divertido juego intentar descubrir nuevos ejemplares de una especie ya consultada y discutir con los compañeros de caminata si es uno u otro.

No solamente encontraremos árboles en nuestro camino, los aficionados a los hongos encontrarán aquí un verdadero paraíso. No os olvidéis de vuestra guía si éste es el caso porque muy expertos habréis de ser si sois capaces de identificar todas las variedades de setas que encontraréis a los bordes del camino o un poco más escondidas entre la espesura. Una advertencia, dentro de los límites de la reserva está terminantemente prohibido recogerlas. Respetadlas si queréis que este lugar excepcional siga conservándose lo más salvaje posible.

A los alrededores del parque, e incluso en su interior, conviven usos agrícolas y ganaderos que, aparentemente al menos, no entran en excesivo conflicto con él. La ganadería que más fácilmente observaréis es la de la raza autóctona de caballo, un animal perfectamente adaptado a estos abruptos y fríos lugares y que deambulan en una libertad vigilada por unos eficientes ganaderos, que han sabido combinar la práctica tradicional con modernos y eficientes métodos de explotación. No es raro ver reunir a los caballos disperso por los extensos valles con una moderna moto de trail en vez de la antigua cabalgadura. Excepción echa de estos sobresaltos que el mundo moderno parece llevar implícitos, pasear entre el ganado que pasta diseminado por las laderas en las que la luz oblicua de estos días de Otoño parece matizar los verdes con un tono apagado pero brillante al mismo tiempo, es una aproximación bastante cercana a como serían estos valles en tiempos menos rápidos.

De todas formas os recomiendo que os internéis todo lo que vuestras piernas toleren en la bien trazada red de caminos de esta reserva nacional, ascendiendo a sus cumbres para contemplar con mucha más perspectiva toda la belleza del bosque que muchas veces los mismos árboles no nos dejan ver por andar sumergidos en él. Eso sí, no olvidéis el chubasquero en vuestra mochila, el tiempo en estas tierras cambia con rapidez y lo que era una soleada mañana puede acabar convertido en una gris y lluviosa tarde, pero ¿cómo pensabais si no que toda esta belleza era posible?

El Universo según Txontas

Hola Universo. Saludos desde mi pequeño rincón.
Lo que vais a encontrar aquí no es más que otro ejercicio de periodismo alternativo tan frecuente en el mundo de lo "blogs" o, como yo prefiero llamarlos, bitácoras. No sé exactamente cómo se irá desarrollando ni cuales serán sus contenidos, simplemente espero dar una visión más del Universo, tan particular y parcial como cualquier otra y tan honesta como sea capaz. En fin, saludos y espero que poco a poco me vayáis conociendo a través de mis artículos.
Hasta pronto.